Fernando Jiménez Azcárate, del departamento de análisis espacial de la Consejería de Medio Ambiente, ha señalado hoy en el curso sobre "Los paisajes del futuro: abandono y restauración ecológica de las tierras agrarias marginales", que se imparte esta semana en los seminarios de verano de Fons Mellaria 2006, que mientras que los investigadores apuntan hacia las ayudas y subvenciones como vía para reforestar tierras marginales, la Consejería de Medio Ambiente estima que las ayudas tan sólo serían una solución coyuntural por lo que "se están estudiando la posibles soluciones a una situación que puede desembocar en la desertización de muchas tierras".

De esta forma, Azcárate ha apuntado que "el abandono de las tierras agrícolas y su progresiva desertización se está convirtiendo en un problema cada vez mayor en Andalucía". Ante esta situación y como medidas para evitar esta situación, se ha apuntado durante el curso, como alternativa, la evaluación y análisis situacional del suelo; a ello se suma la evaluación que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía viene realizando de los recursos naturales de la comunidad, de los que forman parte la tierras marginales para lo cual cuenta con la ayuda de un sistema de información geográfica que permite conocer la situación de las tierras abandonadas de cultivo o cuáles son las zonas de mayor interés medio-ambiental y forestal asi como documentar la fauna y la flora existente.

Por otro lado, también se puso de manifiesto la gran importancia que está adquiriendo el paisaje, "un elemento ahora muy de moda y sobre el que comienza a aparecer una figura para su protección, la de los paisajes protegidos, aunque aún no se ha consensuado un sistema o mecánica para su evaluación y catalogación".

En esta línea, Azcárate reiteró la necesidad de buscar una rápida solución a un problema tan acuciante como es el de la proliferación de las tierras agrarias marginales, lograr su recuperación medioambiental o forestal y evitar su abandono prolongado que sólo puede dar lugar a la desertización de la zona.

Por último, Azcárte puso de manifiesto la gran diferencia existente entre la zona occidental, donde la agricultura es mucho más prospera y rentable, y la oriental, donde existen grandes extensiones de tierras agrarias abandonadas. Sin embargo, es en la zona oriental donde, a iniciativa de la propia sociedad local, se ha buscado una solución concreta para las tierras marginales cual es lograr su rentabilidad con su conversión en invernaderos. Una evolución que ha permitido que zonas de tierras marginales estén dando actualmente hasta cinco o seis cosechas y cambiar la economía de la región y también el paisaje.