Page 41 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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 GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR:
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
sean fáciles de identificar para quien la desarrolla, siempre están ahí.
Las historias, teniendo en cuenta estos asuntos, admiten variaciones; que van a estar determinadas por la conexión que pueda lograrse con cada uno de los segmentos a los que queremos llegarle. Es decir, si identificamos un sector de población con vivencias similares a las que generaron la historia de nuestro candidato, seguramente vamos a tener actitudes de simpatía y ese nicho va a ser activo de entrada.
Habrá que tener en cuenta los niveles de complejidad que se van adquiriendo en el proceso de construir versiones de la misma historia, respetando lenguaje, elementos culturales, de edad o generación y demás. Dijimos anteriormente que una misma historia se usa para todos los públicos, dependiendo del contexto: el relato de un joven que se educa con dificultad y sale adelante puede impactar a los ciudadanos con sus mismas características sociodemográficas, pero también puede hacerlo con gente más pudiente que financia estudios de personas con problemas económicos. Una historia con nombre y final feliz motivará a financiar nuevos estudiantes y a que se repita el ciclo una y otra vez. Esos ciudadanos se habrán sentido parte del éxito del candidato y los tendremos de nuestro lado.
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Horacio Quiroga, un famoso cuentista uruguayo que llegó a ser comparado con Edgar Allan Poe por su genialidad y versatilidad, dejó como herencia un decálogo para quienes quieren dedicarse al oficio de contar historias. Como todo puede ser aplicable a la política, me permito tomar su decálogo y complementarlo con una explicación de cómo cada uno se puede usar para el storytelling que nos ocupa en este texto:
1. Cree en un maestro:
Sin duda, para contar historias hay que saberlas escuchar primero y en la política sí que se aplica esta recomendación. El maestro en este
caso no es un escritor destacado, como lo sugería Quiroga, si no que es alguien con la capacidad más natural posible de narrar lo que emocionalmente lo llena o necesita. Las historias más efectivas para construir una campaña electoral están al alcance de la mano y las cuentan los ciudadanos que muchas veces ignoramos porque preferimos que nuestro candidato sea el que hable.
2. Cree que su arte es una cima inaccesible:
Se refería Quiroga a que al ver con respeto lo que hace el maestro se valorará mucho más. En una campaña no podremos tardar para darnos cuenta que la columna vertebral que la soporta es una historia de vida y no unas frases bonitas salidas de la oficina de los publicistas.
3. Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte:
No se trata de copiar historias ajenas, pero sí de meternos en la piel de quienes nos escuchan, en conocer sus modismos, sus formas de expresión y de hablar en el lenguaje que se nos entienda. A diferencia de hace cuarenta años, cuando los grandes oradores políticos eran los que hablaban con términos rebuscados y difíciles de entender, hoy el orador más cercano es el que sabe llegarle sin necesidad de traducciones a sus votantes.
4. Ten fe ciega, no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con el que lo deseas:
No habrá posibilidad de ganarse a la gente, primero, y sus votos después, si no se cree con absoluto convencimiento en la historia que se cuenta como eje de campaña. Lo que puede parecer muy simple, porque se ha vivido en carne propia, es sin duda una lección de superación para el resto.
5. No empieces a escribir sin saber, desde la primera palabra, a dónde vas:
Como lo que queremos es mantener a la ciudadanía pegada a nuestra campaña como si fuera una telenovela exitosa, debemos tener claridad de cada siguiente etapa de la historia, eso no impide que se pueda ir cambiando sobre la marcha. Es decir, la historia debe estar
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