Sábado, 19 de Julio de 2008 12:04

El profesor de la UCO, Vicente Rodríguez, premio Nuñez de Prado de Investigación 2007,analiza la producción extensiva del cerdo ibérico y la utilización de la ganadería ecológica en las dehesas.

G.C. - C.M.
Califica este artículo
(1 voto)
El valor ambiental, social y económico de la dehesa convierte a este sistema agrario en un elemento patrimonial vertebrador de las zonas rurales. En este contexto, Vicente Rodríguez Estévez, del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Córdoba, analiza la situación de la producción extensiva del cerdo ibérico en estas zonas, así como la utilización de ganadería ecológica en las mismas en beneficio de su conservación y de la diferenciación de sus producciones.

Por definición, la dehesa es un sistema de uso agrosilvopastoral (combina la producción forestal, agrícola y ganadera), con rotaciones agrícolas largas, cuyo principal aprovechamiento es el ganadero. Vicente Rodríguez, doctor en Veterinaria y primer premio Andrés Nuñez de Prado a la Investigación en Agricultura y Ganadería Ecológicas del año 2007, junto a su equipo de científicos, explora la importancia del cerdo ibérico y el empleo de ganadería ecológica para la defensa de la dehesa. Sin embargo, no hay una definición absoluta, existen diversos tipos de definiciones, ni siquiera el proyecto de ley de la dehesa lo tiene cerrado.

Estos sistemas tienen en el ganado a su principal actor. Así, según el profesor Rodríguez, la dehesa se hace y se mantiene con el ganado y para el ganado. En la actualidad van perdiendo interés los aprovechamientos tradicionales como la leña y el carbón vegetal, aunque se mantienen otros usos como la saca de corcho y la caza, y aparecen otros valores como el recreativo-turísitico, el cultural, el ambiental y recientemente su función como sumidero de CO2. "Pero éstas son las economías ocultas de la dehesa, por las que el ganadero no percibe ningún pago", agrega el investigador cordobés.

El equipo de investigación del que forma parte Rodríguez Estévez desarrolla el proyecto Estudio Prospectivo de la Dehesa, financiado por la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera de la Consejería Agricultura y Pesca de la Junta, que ahora se encuentra en la fase de estudio de la situación de la producción extensiva del cerdo ibérico y el aprovechamiento de la montanera (período de tiempo que transcurre en otoño-invierno y durante el cual los cerdos ibéricos se engordan a base de bellotas y hierba en las dehesas).


A este respecto, el científico de la UCO manifiesta que esta raza, que es "la joya de la dehesa porque genera su producto más preciado", es la que más se ha intensificado en los últimos años, con graves consecuencias medioambientales por la erosión y el cúmulo de excretas, "cuando, en competencia desleal, se explota intensivamente a cielo abierto". Si a este hecho se le une la falta de claridad del mercado y la fraudulenta certificación de jamones de pienso como de bellota, hace que la producción extensiva esté atravesando una grave crisis.


Otros trabajos que realizan los científicos cordobeses de la Facultad de Veterinaria, sufragados por la Dirección General de Gestión del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y por EGMASA, pretenden explorar la utilización de la ganadería ecológica como herramienta de gestión de Espacios Naturales Protegidos y de restauración de zonas quemadas mediante el aprovechamiento ganadero.

Peligros

Sin embargo, estas zonas se encuentran con dos amenazas, asegura Vicente Rodríguez, de una parte, la intensificación de la ganadería y, de otra, la falta de diferenciación de sus producciones ganaderas. La ganadería extensiva está sumida en una profunda crisis, que afecta a todas las especies. De este modo, para incrementar sus ingresos, los ganaderos optan por la intensificación, con lo que rompen el equilibrio del sistema y entran en una espiral de dependencia de la alimentación externa. Mientras tanto, compiten en un mercado en el que la calidad no se presenta al consumidor de forma diferenciada, y los animales incluso lleor exceso de carga ganadera, como el sobrepastoreo y la falta de regeneración de la arboleda. La solución para mantener la sostenibilidad de la dehesa pasa por la ganadería extensiva, con los animales integrados en el medio y las cargas ganaderas equilibradas, señala el profesor cordobés.

A esta situación hay que añadir los problemas sanitarios que tiene la encina Quercus (predominante en las dehesas como las de la zona norte de Córdoba, una de las mayores superficies adehesadas de Andalucía) como el síndrome de la seca o decaimiento de la arboleda, con múltiples factores y agentes causales, que se une a la falta de regeneración de la arboleda en muchas dehesas que están envejecidas. Entre los problemas destaca la podredumbre –putrefacción- de las raíces provocada por Phytophthora cinnamomi, que es un patógeno presente en el suelo y que están estudiando investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y Montes –ETSIAM- de la Universidad de Córdoba, indica Vicente Rodríguez Estévez.

Motor económico y su defensa

En cuanto a la relevancia de la dehesa para el desarrollo rural, hay que indicar que la ganadería extensiva es el aprovechamiento más destacado y la principal actividad económica de muchas áreas, y que contribuye a la conservación de los espacios naturales, al mantenimiento del campo en definitiva. Ésa es la gran diferencia con otros sistemas de explotación, que"en la dehesa se produce conservando", de hecho, "porcentualmente, la mayor parte de la superficie de los Parques Naturales de Andalucía se corresponde con dehesas".


Además, con la intención de favorecer la preservación de este agroecosistema y apoyar a los "ganaderos-conservadores", el científico cordobés propone diferenciar las producciones de la dehesa, protegiendo al productor de la competencia desleal e informando a los consumidores de los valores y calidad de las producciones de la dehesa. Por ejemplo, "los consumidores deberían saber que cuando compran un jamón certificado al amparo de la Norma de Calidad del Cerdo Ibérico como de cerdo ibérico de cebo, están comprando un cerdo ibérico cruzado alimentado sólo con pienso; así como que la mayoría del cordero que se compra en las grandes superficies procede de Nueva Zelanda".


También plantea que las ayudas agroambientales se transformen en un pago por servicios y que no sean meras subvenciones como propugna la Unión Europea. Por ejemplo, "si por cada hectárea de superficie forestal hay un presupuesto determinado de prevención y lucha contra incendios, ¿por qué no percibe lo mismo el ganadero por cada hectárea de pastos? Ya que el día en que ese propietario no tenga ganado pastoreando en su finca una dehesa, no habrá forma de controlar o equilibrar la vegetación, y se tendrá que incrementar el presupuesto de los planes contra incendios para proteger dicha superficie".


Las dehesas, cuentan con varias normativas que, a distintos niveles, preconizan su protección, como el Pacto Andaluz por la Dehesa; la Directiva Hábitats, según la cual, estas zonas son un Hábitat Natural de Interés Comunitario para Europa; o el Reglamento de Desarrollo Rural; e incluso a nivel mundial, la UNESCO, que concede la categoría de reserva de la Biosfera a las dehesas de Sierra Morena (Parques Naturales de las Sierras de Aracena, Norte de Sevilla y Hornachuelos). No obstante, tienen una dificultad grande, y es que los ganaderos, a pesar de ser conscientes de su labor como conservadores, ni se hacen oír ni se organizan aosciativamente con el fin de mejorar su producción y comercialización para incrementar el pago por los muchos servicios y productos que aportan a la sociedad, indica el investigador de la UCO.

RMF ( De " Andalucía Investiga")