Lunes, 04 Julio 2016 17:58

Un modelo ayuda al profesorado bilingüe para que mejore sus competencias

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El trabajo reúne las características básicas que deben potenciar los docentes para impartir su materia en una segunda lengua

 

La enseñanza bilingüe se ha convertido en una aspiración para reforzar la oferta educativa por parte de las Administraciones y en un importante criterio para seleccionar colegio por parte de los padres. Por ello, el profesorado tiene que demostrar que controlar esa segunda lengua. Sin embargo, más allá de una acreditación B2 según el Marco Común Europeo de Referencias para las Lenguas, cada comunidad autónoma establece sus propios criterios para determinar qué docentes están preparados para este cometido. Con el fin de unificar estos criterios y de ayudar a una formación precisa para este colectivo profesional, investigadores de las universidades de Córdoba y Chichester (Reino Unido) han organizado un modelo de competencias básicas que puede ayudar a mejorar la calidad de las futuras clases en inglés u otros idiomas.

 

Un maestro que ofrezca un aprendizaje integrado de contenidos y lenguas extranjeras (AICLE, que es como oficialmente se conoce al docente bilingüe) debe integrar una capacidad de comunicación en el idioma elegido; una capacidad de diseño de un currículo escolar en esa lengua y otras claves pedagógicas relativas a la metodología que aplique en las aulas; unas destrezas personales como la empatía, la asertividad o la flexibilidad; una capacidad para tratar la diversidad del alumnado; criterios de evaluación reconocibles; y herramientas para la mejora de la calidad docente; concluye el estudio.

 

La enseñanza bilingüe se ha extendido por las aulas españolas en los últimos años. Uno de los efectos es que se imparten clases en inglés u otras segundas lenguas extranjeras que antes se hacían en el idioma vehicular. Así, los maestros y profesores de Primaria y ESO explican los ríos de España, las divisiones y los decimales o el sistema reproductivo en este segundo idioma, en su mayoría en inglés. Para hacerlo, deben tener un nivel intermedio alto (B2) y otros requisitos que establece cada comunidad autónoma. “Por ejemplo, no siempre se exige saber aplicar estos conocimientos idiomáticos en una situación de aprendizaje”, lamenta Ignacio González, del Departamento de Educación de la Universidad de Córdoba (UCO).

 

En una prospección realizada en cuatro autonomías (Andalucía, Cataluña, Extremadura y País Vasco), el equipo investigador ha observado que las competencias básicas establecidas para ser considerado un profesor bilingüe difieren con amplitud, tanto en número como en su naturaleza. Mientras en el País Vasco se exigían 36 atributos, en Cataluña eran cuatro, por ejemplo. Fruto de un trabajo documental-comparativo, los investigadores describieron cuáles eran las exigencias más habituales por parte de las respectivas consejerías de Educación.

 

Después, llevaron esas conclusiones a un grupo focal de docentes de la provincia de Córdoba, tanto de la capital como de la provincia, y de colegios tanto públicos como privados. Todos los participantes habían sido autorizados para impartir sus clases en la lengua extranjera. A través de esta dinámica colectiva, los asistentes aportaron sus opiniones para conseguir una mayor calidad docente por parte del profesorado.

 

El catálogo consensuado fue evaluado, con posterioridad, por un comité de expertos en el que había representantes de centros bilingües reconocidos por la Junta de Andalucía, de la Consejería de Educación de esta comunidad autónoma y de profesores de la Universidad de Córdoba. Con este juicio de expertos, los investigadores pudieron presentar un modelo final de 41 requisitos, que han publicado en el último número de la Revista Española de Pedagogía.

 

El trabajo tiene una aplicación doble, según Ignacio González. “Por una parte, puede ayudar en los planes de estudio universitarios para futuros maestros, ya que ofrece unas pautas muy útiles en ese periodo de la formación inicial”, indica. “Por otra, tiene efectos directos en la formación permanente para los profesionales que ofrecen centros de profesorado y otras organizaciones, como los sindicatos”, explica.

 

Francisco José Melara Gutiérrez e Ignacio González López. ‘Trazos para el diseño del perfil competencial de la figura del maestro bilingüe’. Revista Española de Pedagogía. Año LXXIV, 264, mayo-agosto 2016, 357-380.

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