El arqueólogo municipal, José Antonio Morena, ha informado que, después de las intervenciones efectuadas en el transcurso de los años 2007-2008, esta nueva campaña se presenta como imprescindible para acabar de documentar diversos aspectos, que quedaron pendientes anteriormente y cuyo conocimiento se considera clave de cara a la redacción del proyecto de restauración global de la fortaleza.

La actuación durante esta campaña estará centrada en la documentación de la planta y estructura de las torres occidentales de la fortaleza y en el estudio del recinto amurallado situado al oriente de la fortaleza, área donde podría estar situado el asentamiento medieval de Castro el Viejo, que se mantuvo habitado entre los siglos XIII y XVI. Todo ello enfocado a disponer de una mejor y más completa información sobre la zona medieval del yacimiento, a fin de avanzar en el proyecto ya iniciado de puesta en valor del castillo y del recinto fortificado asociado.

Está previsto que la duración de la campaña se extienda durante los tres meses de verano y que en ella realicen prácticas los alumnos inscritos en el II Curso Práctico de Arqueología en Torreparedones que, en el marco de la Universidad de Verano Corduba 2013 y dirigido por el profesor titular de Arqueología de la UCO, Ángel Ventura Villanueva, tendrá lugar entre los días 15 y 19 de julio.

Estas investigaciones son fundamentales de cara a la restauración y puesta en valor del castillo medieval ya que se trata de uno de los elementos más singulares del parque arqueológico. Aunque se trata de uno de los últimos vestigios del poblamiento de aquel lugar de la campiña, durante la época bajomedieval la fortaleza jugó un papel estratégico al encontrarse en la frontera con el reino nazarí de Granada.  El castillo es un hito paisajístico que destaca en el horizonte por su elevada altura.

Características de los trabajos
La primera zona objeto de atención será el extremo occidental del castillo, donde se incluyen las dos torres angulares noroeste y suroeste. Para ello se plantea la realización de un sondeo por la parte exterior occidental de la fortaleza, extendido en sentido Norte-Sur, que permita documentar la planta de las dos torres angulares y el trazado y naturaleza del lienzo occidental del castillo.

Por otro lado, y en relación con la documentación completa del foso y del acceso al castillo, hay que buscar conocer el trazado de la vía o camino de acceso al interior de la fortaleza, que tampoco pudo ser documentado con claridad en el transcurso de la anterior intervención.

También en relación con el proyecto de restauración que se debe realizar es absolutamente necesario documentar el recinto defensivo que se extiende, en sentido Este-Oeste, por el área situada al oriente del castillo y que encierra una pequeña meseta o planicie elevada sobre el nivel del terreno circundante, limitada por el Norte por el trazado de la muralla ibero-romana, por el sur por un lienzo de muralla cuya técnica edilicia coincide por completo con la empleada en los lienzos y torres del castillo, y por el Este con la existencia de un posible acceso que revela la presencia de una torre de planta cuadrada claramente visible sobre el terreno, en el extremo oriental del recinto. Este amurallamiento puede corresponder a una fortificación más antigua o a un doble sistema defensivo del castillo bajomedieval. Se trata, por tanto, de conocer su funcionalidad y datación y, sobre todo, la relación que guarda con el propio castillo.

Por último, se pretende documentar la estratigrafía que presenta la zona elevada contenida al interior de este recinto amurallado, a fin de comprobar si se trata de un área de habitación (donde se ubicara el poblamiento medieval de Castro el Viejo) o de un área de fortificación, e intentar datar el período histórico al que corresponde.