La iglesia se encuentra en el pueblo de Lebeña, entre Panes (Asturias) y Potes (Cantabria) y es uno de los monumentos más representativos del arte mozárabe en España.Fue fundada en el siglo X por los Condes de Liébana, Don Alfonso y Doña Justa, con la intención de trasladar allí los restos de Santo Toribio. El monumento fue construido a los pies de un tejo bajo el cual se celebraba el concejo del pueblo. Según la tradición, los Condes de Liébana, Alfonso y Justa, procedían de lugares diferentes de la Península Ibérica; él del norte y ella del sur. Doña Justa se sentía solitaria al estar tan lejos de su tierra, por lo que el conde mandó plantar un olivo como regalo para su esposa. El tejo representaría a Don Alfonso y el olivo a Doña Justa, que según la leyenda mantienen unidas sus raíces a lo largo de los años.
El procedimiento llevado a cabo por IDolive se basa en la extracción de ADN a hojas del árbol, con éste ADN se obtiene el perfil genético del ejemplar, el cual se introdujo en la base de datos del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba para su comparación. El Departamento dispone de esta base de datos con más de 500 variedades de olivo pertenecientes a 22 países como resultado de numerosos estudios sobre identificación de variedades y recursos genéticos del olivo durante los últimos 40 años.
El olivo de Santa María de Lebeña es visitado cada año por números turistas y peregrinos. La iglesia, declarada Monumento Nacional en 1893, es una de las joyas más valiosas de la época mozárabe, esto unido a la leyenda que envuelve el lugar, rodeado por símbolos celtas y cristianos y a la romántica historia del tejo y el olivo, los convierten sin duda en dignos de ser conservados y admirados.
La identificación varietal del Olivo de Santa María de Lebeña llevada a cabo por la empresa cordobesa IDolive S.L., permite conocer el origen e historia de estos olivos monumentales, aportando un valor añadido y contribuyendo así a la conservación de los recursos genéticos.