iente de animación y colorido generado sobre todo por la presencia en las gradas del resto de las selecciones, jaleando las acciones sobre el césped y animando a unos u otros contendientes según afinidades y méritos sobre la cancha. El desfile previo a la ceremonia de medallas propició también diversas anécdotas y cánticos, destacando especialmente las incansables jugadoras españolas decididas a que todo el mundo compartiese su alegría.
La ceremonia de clausura se llevó a cabo conforme al protocolo previsto haciendo entrega de las medallas el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. El vicerrector de la Universidad de Oporto, Manuel Llaneira, recibió la bandera de la FISU formalizando así el compromiso de la universidad del país vecino con la organización de la próxima edición del Mundial. Por la noche hubo una cena de despedida en los jardines del CMU de la Asunción.

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GC/JM
En las fotografías, de arriba a abajo: El equipo femenino español luce sus medallas de oro; el equipo surafricano campeón masculino; el ministro de Exteriores español ( tercero por la izquierda) presidió la clausura; las chicas de Canadá y el equipo masculino español con sus medallas de plata; Torres y Gualtieri entregan a Llaneira, vicerrector de la Universidad de Oporto, la bandera de la Fisu como próxima anfitriona del mundial.