El secretario general de la Unión de Productores de Aceite de Oliva (Unaproliva), Manuel Villén, se mostrado "optimista" por la admisión a trámite del recurso presentado recientemente en Luxemburgo por los productores andaluces contra la Organización Común del Mercado (OCM) del aceite de oliva. Villén está convencido de que los olivareros tienen "toda la razón para ganar el recurso", de modo que reclaman "que se haga justicia en Europa".

A su juicio, la OCM supone una "discriminación" para España, "que se ha visto claramente perjudicada al no haberse tenido en cuenta su capacidad productiva real, puesta de manifiesto durante el periodo transitorio". Por este motivo, la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) y Unaproliva presentaron a mediados de julio un recurso conjunto en contra del documento, aprobado el pasado mes de abril por el Consejo de Ministros europeo.

El recurso se basa, por otro lado, en la "escasez" de ayudas para aquellos olivares plantados con antelación al mes de mayo de 1998 y, por tanto, con derecho a ayuda, no han tenido producción adecuada durante el periodo tomado como referencia, que se ha extendido durante los dos últimos años.

Por su parte, el director de la Oficina de Transferencia de Investigación (OTRI) de la Universidad de Córdoba, Manuel Pineda, ha apuntado al reparto de ayudas entre las zonas productoras de aceite en España como "un nuevo foco de problemas" que "hay que resolver".

En este sentido, Villén ha pedido que Andalucía "no pierda ni un euro" en beneficio de otras zonas olivareras, puesto que el olivar supone para la mayoría de agricultores andaluzas "la única fuente de renta", frente a otros territorios, donde la renta del olivar resulta "complementaria o marginal".

Pese al "agravio comparativo" que la OCM ha generado entre España y el resto de los productores europeos de aceite de oliva, para el director gerente de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, Álvaro González-Coloma, el aceite español ha incrementado en los últimos tiempos tanto su calidad como su precio de venta al público, lo que "ha reforzado la presencia del aceite español en los mercados internacionales".

En su opinión, el sector debe apostar por "incrementar el consumo de aceite de oliva en el mundo", algo que se ha visto favorecido por el auge de la dieta mediterránea. Aún así, González-Coloma ha alertado sobre la dificultad de modificar los hábitos culturales y gastronómicos de otros países, por lo que ha recomendado a los olivareros producir variedades de aceite "suaves y aromáticos", que resultan "más fáciles de aceptar para un paladar que no está acostumbrado al sabor del aceite de oliva".