El reto de la sociedad de la inteligencia es transformar el conocimiento en saber a través de la educación impulsada por la cultura. "Para ello se precisan unas políticas culturales no estáticas, no finalistas, sino orientadas hacia el proceso, dinámicas, que promuevan la participación, que generen sinergias, que vayan más allá de la materialidad del evento cultural", ha puesto de relieve el decano de la Facultad de Filosofía, Eulalio Fernández, en el transcurso de su intervención dentro de la novena edición del ciclo "La memoria de Europa en un mundo global" que lleva a cabo el Aula de Religión y Humanismo de la Universidad de Córdoba. Fue presentado por el profesor de la UCO Francisco Montes Tubío.
Eulalio Fernández que desarrolló el tema " La cultura y la sociedad del conocimiento: ser, saber y actuar" subrayó que la cultura así planteada requiere, como en el ámbito de la inteligencia emocional, la activación del sistema límbico imprescindible para transformar el conocimiento en saber. En este sentido, la educación será eficaz gracias a la cultura, ya que ésta optimizará los sistemas educativos. Se debe, pues, avanzar hacia una cultura transformadora de los colectivos a través de sus individuos, que dé cabida a la notoriedad que el individuo ha adquirido gracias a la sociedad de la información.
Para el ponente surge así una nueva concepción de la cultura global del conocimiento capaz de dinamizar el sistema emocional y afectivo del individuo responsable de la transformación de la información en conocimiento y del conocimiento en saber. La cultura en definitiva, es un estado mental individual controlado por el sistema límbico de nuestro cerebro que humaniza al individuo, promueve y favorece el conocimiento, explica la insuficiencia de la razón y promueve el saber necesario para la acción consciente, solidaria, corporativa y libre.