"En una situación de mercado mejor que la actual, el nivel de formación de los universitarios españoles ha demostrado claramente su adecuación. No parece, pues, correcto relacionar la preparación de los estudiantes y la eficacia de la Universidad con la falta de empleo, especialmente entre los jóvenes. En este sentido, la preparación académica de nuestros estudiantes es, en términos generales, claramente satisfactoria. En investigación, entre 1997 y 2007, la producción científica española creció un 80%, hasta constituir el 3,4 % de la producción científica mundial, realizándose dos terceras partes de este porcentaje en las universidades. Este esfuerzo ha convertido a España en la novena potencia científica, y en la octava en publicaciones por habitante, con resultados similares a Japón. En este ámbito, una universidad española se sitúa entre el 1% que agrupa a las mejores universidades del mundo, ocho universidades dentro del 2%, 24 en el 4% y todas las públicas y tres privadas, en el 10%. Es un resultado más que notable si consideramos que España sólo invierte en I+D+i un 1,39% de su PIB, muy lejos del 2,3% que es la media de la OCDE".
"Relacionando -prosigue - la producción científica por habitante con el porcentaje de gasto en I+D+i, resultamos ser uno de los cuatro sistemas más eficiente del mundo. En transferencia, ciertamente España contribuye muy poco (0,8%) a las patentes mundiales. Sin embargo, el porcentaje de patentes que en España proviene del sector universitario, es el segundo más alto del mundo. En consecuencia, no parece correcto señalar el sistema universitario español como el principal responsable del bajo porcentaje de innovación de nuestro país".
El comunicado finaliza diciendo que "Asimismo, cabe recordar que en los últimos años el Sistema Universitario Español ha estado sometido a importantes cambios para adaptarse al Espacio Europeo. Lo que las universidades necesitan actualmente es estabilidad normativa y una financiación acorde con las capacidades y necesidades del país. Por ello, es imprescindible un compromiso conjunto entre administraciones públicas y universidades. Las universidades estamos y estaremos siempre al servicio de la sociedad, dispuestas a continuar trabajando en la adecuación del sistema a las necesidades de nuestro país, especialmente en estos momentos de crisis."