El artista catalán Marce·lí Antúnez ha presentado esta mañana a los alumnos de "Poesía e Imagen" su propuesta, una estética que aglutina lo grotesco y lo tecnológico para dar lugar a resultados de una elevada capacidad sugestiva.
Las obras de Antúnez se llevan a cabo en escenarios donde presenta performances y escenificaciones en las que pone de manifiesto lo que denomina su "cosmogonía", un universo personal que asocia con "lo ancestral y lo telúrico". Esta particular visión del mundo, considera el catalán que se debe a que es un hombre "criado en el siglo XIX que vive en el XXI", ya que en su infancia vivía en una localidad "donde todavía existían los animales de carga".

El "performer" es uno de los fundadores del popular grupo teatral La Fura dels Baus, que abandonó a principios de la década de los 90 para iniciar su carrera en solitario. "Abandoné progresivamente el trabajo colectivo hasta ser yo mismo el que lo controlara todo. Los intereses no han variado tanto, pero sí la manera de trabajar", ha manifestado. Antúnez, que se ha revelado como el "inventor" de la estética de La Fura dels Baus, lleva 15 años trabajando en obras que denotan un gran interés por la tecnología y la ciencia, disciplinas que emplea para "subvertirlas".

Marce·lí Antúnez ha mostrado obras en las que ha presentado robots hechos con carne o exoesqueletos que sirven para extender el cuerpo humano, entre otras. Actualmente, se encuentra trabajando en un proyecto llamado "Membrana" compuesto de varias partes que culminan en una denominada "Metamembrana".
Sobre la respuesta que suelen tener sus espectáculos, Antúnez ha explicado que "suele ser buena". "No es buena sólo para un público documentado y formado, sino que también admite lecturas para otro más popular. De hecho, algunas de mis trabajos han sido presentados en entornos públicos, entre otras cosas, porque procuro que las obras puedan ser leídas sin tener que echar la vista al manual", ha apostillado.