La necesidad de elaborar una publicidad responsable frente al cambio climático y de propiciar un ahorro energético en los sectores de la construcción y la vivienda han sido las lineas maestras del estudio realizado para el Ministerio del Medio Ambiente por el profesor de la Universidad de Córdoba, Gerardo Pedrós y presentado esta mañana en el Salón de Columnas del Rectorado de la Universidad.

Pedrós, miembro del Grupo de Energías Renovables de la Universidad de Córdoba consideró el cambio climático como el problema ambiental más grave y complejo de nuestra época para frenar el cual es necesario reducir de forma sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero producidas como resultado de las actividades humanas. Lograr los ambiciosos objetivos de reducción que se plantean exige un importante esfuerzo financiero y tecnológico, pero también requiere la colaboración activa de la ciudadanía y de las empresas.

Para ello la publicidad de las empresas debe adoptar buenas prácticas en su representación del medio ambiente, potenciando hábitos de ahorro energético, ofreciendo información veraz, concienciando al usuario y sometiéndose a códigos de buenas prácticas como los que existen ya en otros ámbitos como la alimentación.

Los objetivos de la investigación realizada han sido tres: Realizar un diagnostico de la publicidad comercial publicada o emitida en España relativa a un sector como la vivienda y la construcción con incidencia clave en las emisiones de gases de efecto invernadero, elaaborar un código de buenas prácticas para promover una publicidad de la vivienda responsable frente al cambio climático y evitar que la publicidad comercial pueda fomentar el uso poco cuidadoso de los recursos energéticos o las ideas erróneas relativas a la energía. Para ello se han analizado 1549 anuncios repartidos en soporte revistas, periódicos y vallas publicitarias durante el periodo que va de junio de 2006 a marzo de 2007.

Estando muy próxima a su entrada en vigor, en el periodo analizado, la obligatoriedad de la totalidad de medidas del Código Técnico de Edificación (CTE), 29 de marzo del 2007, el estudio no ha encontrado un solo anuncio de viviendas u oficinas que tenga a gala el anticiparse o el cumplirlo. Tampoco
referencias en los anuncios al ahorro energético o a la disposición de placas de energía solar, aún cuando estas medidas entraron en vigor el 29 de septiembre del 2006. Ni siquiera en zonas de gran disponibilidad de insolación solar como Málaga, Murcia, Sevilla o Córdoba las urbanizaciones de viviendas u oficinas recogen la presencia de placas solares.El CTE únicamente se destaca en anuncios de componentes de sistemas térmicos de energía solar.

El Real Decreto de Certificación energética de edificios, anunciado desde hace bastante tiempo y aprobado por el Ministerio el 31 de enero de 2007, establece para los edificios unas etiquetas energéticas, que van desde la A hasta la G, semejantes a las que llevan los electrodomésticos de bajo consumo. Además se ha de informar al comprador del Consumo Anual de energía del edificio y de las emisiones anuales de CO2. Ningún anuncio de viviendas de todos los estudiados hace mención a la, de momento, voluntaria etiqueta energética de los edificios.

En general aparece como una cuestión importante la presencia de infraestructuras de transporte cercanas a la vivienda tomando como referencia las modalidades de transporte con mayores emisiones. Todo ello lleva a la conclusión de que la publicidad de edificios de oficinas o parques empresariales sigue ofertando productos de épocas pasadas en las que el uso discrecional de energías baratas y abundantes era el modelo aceptado para las condiciones laborales al uso.y se proyectaba para crear un medio interior estanco que operaba más bien a despecho que en conjunción con el medio ambiente. Este enfoque conlleva un alto consumblicidad de Viviendas en el que como líneas principales se establece que la publicidad de viviendas y edificios de oficinas debería incluir información sobre sus prestaciones energéticas y el cumplimiento del Código Técnico de Edificación.

También se estima deseable que en la publicidad de viviendas y oficinas se indique, de manera bien visible, su calificación energética y que las viviendas ofertadas en formas de urbanización compacta (pisos) destaquen las ventajas energéticas de este tipo de ocupación del territorio frente a la urbanización difusa.

Un factor a evitar es el uso de términos como "crecimiento sostenible" o "desarrollo sostenible" asociados a actividades de gran impacto ambiental, como puede ser la fabricación de cemento o de hormigón o la construcción de enormes urbanizaciones de viviendas. Por último se estima deseable que en elementos de la vivienda tales como cerramientos y ventanas, especialmente diseñados para hacer estanca la vivienda, se promocionaran, además de las virtudes antirruido, sus cualidades respecto al ahorro energético o al Código Técnico de Edificación.