El nombre de Raymond Queneau puede que no resulte demasiado familiar a los lectores españoles en general. Y no es de extrañar, porque no es de los más conocidos y populares fuera de Francia.E incluso entre los franceses tampoco ocupa un lugar demasiado relevante. Pero - como dice el profesor de la Universidad de Córdoba José Reyes de la Rosa- " si se tuviera que elegir un autor en el que convergiera y se comprendiera todo el deseo de originalidad y creatividad, toda la inquietud innovadora y vanguardista, todo el trabajo de exploración y potencialidad del lenguaje, todo el esfuerzo, en suma, de renovación estética que supuso el siglo XX, no sólo en Francia sino en todo el mundo, este sería sin duda Queneau".

A recopilar las actas de las I Jornadas hispano francesas de creatividad y literatura potencial que, en homenaje a Queneau y con ocasión del centenario de su nacimiento, se celebraron en Córdoba en abril de 2003 por inicitiva de un grupo de profesores de lengua y literatura de la UCO y de maestros de la Facultad de Ciencias de la Educación, responde el libro " Creatividad y Literatura Potencial" que acaba de editar el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba en colaboración con el ICF de Sevilla y el grupo Tiedpaan del campus cordobés. Se trata de un conjunto de reflexiones sobre la figura literaria del escritor francés, sobre el OuLiPo y su aventura literaria, sobre los problemas que plantean la traducción de textos oulipianos, sobre potencialidad literaria y la noción de clinamen, sobre lipogramas y palíndromos, sobre terines y ejercicios de estilo, sobre inspiración poética y azar, sobre interactividad y ciberliteratura, sobre la traba, la regla, el juego y, en definitiva, sobre los avatares de la creación literaria.

Queneau, autor de novelas famosas como Zazie dans le Metro, luego llevada al cine por Louis Malle, de poemas como Si tu t´imagines… que, a propuesta de Sartre, hizo famoso como canción Juliette Greco y fundador de L´Ouvroir de Litterature Potentielle ( OuLiPo) como un laboratorio o taller de literatura en el que se preconizaba la utilización de las estructuras matemáticas y de trabas en la creación literaria, emerge de las páginas de este libro como uno de los grandes espíritus que animaron el universo parisino vanguardista en una época en que la capital francesa regía aún los destinos del arte y la cultura del mundo y en la que, desde Montparnasse o desde la rive gauche del Sena,se marcaba el rumbo de las letras y del pensamiento.

Como dice Reyes de la Rosa, Queneau, " desde esa independencia de la que hacen gala los genios y desde la marginalidad en la que se instalan los heterodoxos e iconoclastas, recorre y practica numerosos formas de expresión del arte e inventa unas nuevas por las que ya nadie duda en reconocerlo como uno de los grandes espíritus que animaron ese universo vanguardista parisino".