El palacio de la Merced acoge desde ayer, jueves, una exposición antológica con la que la Fundación Rafael Botí en colaboración con la Universidad de Córdoba y Cajasur quiere rendir homenaje al pintor de Hinojosa el Duque Marcial Gómez (1930), sin duda una de las figuras indiscutibles de la Plástica cordobesa del siglo XX.

La selección ha sido realizada por el hijo del pintor y sintetiza una trayectoria de medio siglo desde sus obras iniciales, marcadas por el comic y muy especialmente por el genio de Alex Raymond - el mítico autor de las primeras tiras de Flash Gordon, cuya técnica y composiciones marcaron un hito entre los dibujantes de todo el mundo- hasta una última etapa de universos oníricos, juegos simbólicos y recreaciones de la figura humana en un marco de naturalezas imposibles. Entre unas y otras se desarrolla una evolución en la que tienen también cabida el diseño de adornos para la industria textil, el surrealismo o los retratos combinados con paisajes que entretejen lo rememorado y lo imaginario.

Obras como Condotiero Corrado Orsini, Cartas a un soldado, El florista, La loca, Arlequín gris, Máscaras y niños o Mastín del Calatraveño son buena muestra de todo ello y de una creación en la que " se respira un indesmayable aliento lírico y elegíaco", en palabras del poeta cordobés Carlos Clementson, y que el hijo del autor, Marcial Gómez Losada, califica de " teatral, llena de referencias surrealistas, desprovista de lógica y no sujeta a la realidad sino a su propia imaginación".