Antes del acto de inauguración, que ha consistido en el descubrimiento de una placa conmemorativa, sus altezas reales han tenido la oportunidad de visitar el salón de actos del nuevo Rectorado, así como el yacimiento arqueológico que existe en la parte trasera del edificio.
Además, Don Felipe y Doña Letizia han tenido la oportunidad de conocer de primera mano la actividad científica de la Universidad de Córdoba en una reunión con 12 jóvenes investigadores de la institución, en la que han estado presentes el rector, José Manuel Roldán Nogueras, así como el consejero de Innovación y Ciencia, Francisco Vallejo, y el secretario de Estado de Universidades, Miguel Ángel Quintanilla. Los investigadores presentes en la reunión han sido Carmen Galán, directora del departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal, Antonio Di Pietro, profesor titular de Genética, Eva María Vázquez Gómez, profesora contratada doctora y vicedecana de Estudiantes y Programas de Intercambio de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, María José Polo Gómez, profesora titular de Ingeniería Hidráulica, María del Mar Malagón Poyato, profesora titular de Universidad- Habilitada para Cátedrática del Área de Biología Celular, Manuel Tena Sempere, catedrático de Fisiología, Octavio Salazar Benítez, profesor titular de Derecho Constitucional, Emilio Fernández Reyes, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, Pablo Pérez Martínez, médico Interno Residente e investigador Doctor, María Felipe Colodrero, becaria de FPU del Ministerio de Educación en el Departamento de Arqueología, Historia del Arte y Música, Alberto Marinas Aramendia, doctor contratado Programa de Retorno de la Junta de Andalucía del área de Química Orgánica, y Rosario Mérida Serrano, directora de Espacio Europeo de Educación Superior y especialista en Educación Infantil y Formación Docente en Educación Superior.
Tras la reunión, los Príncipes de Asturias han saludado a los miembros del Consejo de Gobierno para pasar posteriormente al despacho del rector donde esperaba la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, donde han firmado en el libro de honor de la institución.
Historia del edificio
La sede actual del Rectorado de la Universidad de Córdoba fue mandada construir en 1914 por el Ayuntamiento con objeto de albergar la Facultad de Veterinaria, que desde su creación en 1847 estaba alojada en el Convento de la Encarnación Agustina. El resultado de un concurso público resolvió otorgar el proyecto al arquitecto Gonzalo Domínguez Espúñez y el presupuesto inicial de las obras ascendió a 1.976.740 pesetas.
Las obras se fueron ralentizando y el edificio no pudo estar terminado hasta 1936, por lo que el primer uso del edificio fue el de almacén y alojamiento militar durante la Guerra Civil Española. Las aulas y laboratorios no pudieron ser utilizados hasta 1940, aunque durante varios años, profesores y estudiantes convivieron con un polvorín bajo sus pies al mantener el ejército parte de su artillería y personal dentro del edificio. Una de las pruebas más curiosas de aquella época la constituyen las inscripciones realizadas por los jóvenes artilleros en sus noches de guardia y que aún se conservan en la parte posterior del muro exterior del ala oeste del edificio.
La Facultad de Veterinaria mantuvo sus clases en el edificio durante 56 años, tiempo en el que convivió además con la Facultad de Ciencias, instalada durante una década, desde 1975 a 1985, en uno de los anexos del edificio.
Desde 1996, el edificio fue despidiendo primero a los estudiantes y después a los profesores y departamentos, trasladados al moderno Campus Universitario de Rabanales, donde la Facultad celebró en 1997 su 150 aniversario. Durante la última década, el edificio ha albergado diferentes servicios universitarios como el Secretariado de Estudios Propios o la Cátedra Intergeneracional Profesor Francisco Santisteban y, aunque sin el bullicio de épocas pasadas supo siempre mantenerse como un emblema de la ciudad.
El 26 de febrero de 1998, la Universidad acuerda liberar todo el espacio de la parte posterior del edificio que ocuparon en su día las instalaciones veterinarias para levantar el Parque Juan Carlos I, inaugurado el 11 de febrero de 2000 y recibido con entusiasmo por los vecinos del entorno.
Fue en aquellos años cuando los órganos de Gobierno de la Universidad acordaron convertir el edificio de la antigua Facultad en sede oficial de la institución. El Rectorado comenzó a construirse a principios del año 2005.
Durante esas obras fue descubierto uno de los últimos secretos del edifico. Junto a sus cimientos, bajo lo que fuera el patio de la Facultad, se encontraba el anfiteatro romano de Corduba, antigua capital de la Bética, fechado por los arqueólogos en la primera mitad del siglo I a.C. y considerado el de mayores dimensiones de toda la Hispania romana.
Hoy, pasado y presente conviven en un edificio convertido en el sello de una institución que mira hacia el futuro.
Valor artístico
La antigua Facultad de Veterinaria y actual Rectorado de la Universidad de Córdoba es considerado por los historiadores del arte como la "obra de mayor compromiso con el estilo regionalista construida en Córdoba", en palabras del catedrático de Historia del Arte de la UCO, Alberto Villar Movellán. Según el profesor, esa corriente arquitectónica impulsada en Sevilla gracias a la Exposición Ibero Americana de 1929 vino marcada en principio por la estética neomudéjar, si bien en Córdoba no existieron obras especialmente relevantes hasta que en 1914 se aprueba el proyecto de Gonzalo Domínguez Espúñez para la Facultad de Veterinaria, que por lo prolongado de su construcción quedó, según los expertos, como un "modelo sin escuela".
El arquitecto utilizó elementos propios del estilo regionalista como el ladrillo agramilado, las aplicaciones de cerámica o los herrajes, al tiempo que logró recuperar de la Mezquita cordobesa modelos para crear un estilo propio del regionalismo en Córdoba, revelado sin duda en los arcos de herradura de los ventanales del edificio.
La prolongación de las obras de la Facultad de Veterinaria durante más de 20 años influyó en la modificación del diseño arquitectónico original de su edifico. Así, las dos plantas del proyecto original se convirtieron en tres y la gran torre central coronada por un gran reloj, en las dos torretas que flanquean el cuerpo central, rematado originalmente por un paño de cerámica en el que se representó el escudo de la II República ocultado parcialmente por el régimen franquista con un reloj .
En la decoración del edificio destacan elementos de la simbología masónica que, según las tesis de algunos historiadores, pudieron ser sugeridos por miembros del claustro de profesores de Veterinaria de la época.
Recuperación histórica
Setenta años después de su inauguración, el edificio de la antigua Facultad de Veterinaria ha sido rehabilitado para albergar el Rectorado de la Universidad de Córdoba. El proyecto de reforma es obra del arquitecto Gerardo Olivares, que ha sabido respetar la esencia del edificio principal diseñado por Domínguez Espúñez en 1914.
La recuperación de la fachada, su limpieza y rehabilitación, han devuelto al edificio su mejor imagen, al tiempo que en su interior han sido reestructurados los espacios para adaptarlo a las nuevas necesidades de la Universidad. Una redistribución que no ha modificado en nada la estructura esencial del edificio dividido en dos alas y un cuerpo central donde se ubica la escalera principal en la que aún se conserva el zócalo de azulejo original. La
Miércoles, 28 de Noviembre de 2007 15:47
Los Príncipes de Asturias inauguran el Rectorado de la Universidad de Córdoba
UCC+i
Los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, han inaugurado esta mañana la sede del nuevo Rectorado de la Universidad de Córdoba en una ceremonia a la que han asistido alrededor de 300 autoridades y representantes de la sociedad cordobesa y andaluza.
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Actualidad Universitaria