do en España". Bellavista ha recordado que la inversión española en I+D+i, que se sitúa en el 1 por ciento del PIB, supone la mitad de la media europea.

En su opinión, el "elemento clave para la competitividad de las empresas españolas en el futuro ya no deben ser los costes", sino que se debe estimular la innovación, la formación de capital humano, la creación de nuevas empresas de base tecnológica y la prestación de servicios tecnológicos como medios para "marcar un deferencial de valor añadido con otros países que son competencia para España".

Para avanzar con este camino "se necesita voluntad política, empresarial y también de toda la comunidad investigadora e innovadora", según ha pedido Bellavista, que ha analizado en su ponencia "Los parques científicos-tecnológicos en la relación universidad-empresa".

El auge actual del fenómeno de los parques científicos y tecnológicos en España "coincide con la trasformación de la universidad en universidad emprendedora" que, a diferencia de la universidad tradicional, "busca que la actividad universitaria tenga un impacto en el desarrollo económico y social de la sociedad".

Para Bellavista, los parques científicos y tecnológicos son "un instrumento de primer orden para la transferencia del conocimiento y la comercialización de la investigación universitaria" y constituyen "un elemento central para hacer una correcta política pública de I+D+i".