Frente a la habitual reforestación realizada mediante pinos, la catedrática del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla, Marina del Toro Carrillo de Albornoz, recomienda reforestar con encinas, alcornoques o árboles de la familia 'quercus' en el Parque Natural de Cardeña-Montoro, porque, aunque los primeros son más rápidos en su crecimiento, los segundos se adaptan mejor a las características específicas de ese suelo.

"En la evaluación que hicimos de este espacio natural cordobés comprobamos que su ordenación estaba bastante bien hecha, es decir, que se encontraba muy bien conservado y utilizado respecto a la capacidad que tenía el suelo", señala la profesora Del Toro. Sin embargo, recalcó que "se hace necesario potenciar más la reforestación, pero ya haciéndola teniendo en cuenta las características específicas de cada terreno".

La profesora Marina del Toro, que ha participado en el curso 'Técnicas Geocientíficas de Evaluación Aplicadas al Medio en Evaluación y Ordenación Territorial', estima que es fundamental la elaboración de un estudio sobre la capacidad de uso de los suelos antes de su utilización. Y así, si un terreno tiene una potencialidad específica, habría que procurar darle el mejor uso posible para intentar interferir lo menos posible y provocar el menor impacto posible en el medio ambiente. "Cuando un espacio es apto, por ejemplo, para el cultivo, hay que utilizarlo para el cultivo, pero con un tipo de producción que necesite pocos fertilizantes que puedan acabar en los ríos y lo contaminen e intentar, a la vez, controlar la erosión", que provoca la pérdida de suelo y de productividad, explica Del Toro.

En este sentido, no hay que olvidar que el uso agrícola es mucho más intensivo para el suelo, por lo que hay que tener mucho más cuidado. "Al explotar un cultivo, se va extrayendo del suelo unos nutrientes, y, si no los repones, evidentemente, ese suelo va perdiendo todas sus características y se va empobreciendo". Además, no es lo mismo un cultivo de una zona agrícola a la ordenación de un parque natural, donde hay que tener en cuenta, igualmente, cómo conservar la fauna y la flora.

Al respecto, en el curso se ha mostrado a los estudiantes todas las metodologías que existen para que ellos vean cuál es la que pueden aplicar dependiendo de dónde trabajen, tanto desde el punto de vista agrícola como forestal.