En su intervención Vaquerizo puso de relieve diversos aspectos del mundo funerario romano y la preocupación de sus ciudadanos por garantizarse el descanso y la vida eterna. En este contexto señaló como en algunos casos se seguían rituales especiales encaminados a evitar que los fallecidos volvieran al mundo de los vivos para vengarse o como un modo de prever eventuales daños, caso por ejemplo de ajusticiados o enfermos contagiosos. En general eran personas anómalas que no cumplían las normas consuetudinarias de la sociedad romana.
El acto contó con la presencia entre otros, del rector José Carlos Gómez Villamandos, del decano de la Facultad de Filosofía Eulalio Fernández y del presidente de la Academia Andaluza de la Historia, Fernando de Artacho, quienes subrayaron la labor y la figura del nuevo académico como uno de los más prestigiosos de España, asi como su compromiso investigador y su contante actividad difundiendo y defendiendo el patrimonio arqueológico. En este sentido Vaquerizo reclamó también para Córdoba un plan estratégico que rentabilice recursos y permita la recuperación y puesta en valor de dicho patrimonio y del que vaya apareciendo.