La conferenciante ha explicado que, cuando se trata de evaluar los fenómenos migratorios, hay que distinguir entre personas que emigran y que retornan. Acerca de estos últimos, ha declarado que volver “a Brasil o Chile” no requiere especial atención porque son países en crecimiento donde no resulta complicado encontrar un empleo. Sin embargo, aquellos inmigrantes que “retornan al Sáhara” necesitan “asistencia” porque allí “no es fácil encontrar un trabajo”. Por otro lado, ha querido destacar que los inmigrantes “son contribuyentes netos positivos de los estados”, ayudando a las cuentas públicas y los servicios. Además, ha recordado que “la diversidad étnica” aumenta “la productividad de las empresas”. Herrera ha insistido en la valoración positiva del fenómeno migratorio asegurando que “los migrantes retornan a sus países con nuevos conocimientos” y pueden contribuir al desarrollo de esos estados.

Respecto a la experiencia española, la directora para España de la Organización Internacional de las Migraciones ha defendido que, recientemente, el gobierno de China visitó las oficinas de Exteriores e Inmigración para comprobar el modelo de gestión existente. En cuanto a Europa, y desgranando datos, ha indicado que en 2013 fueron 500.000 las solicitudes de asilo según ACNUR, siendo Siria, Rusia, Serbia, Kosovo y Afganistán los estados de procedencia de esas personas. Esas solicitudes iban dirigidas fundamentalmente a países de acogida como Suecia, Reino Unido o Italia.

Para María Jesús Herrera el problema al que se enfrentan los estados es la inmigración ilegal, no solo la que llega a través del mar sino también la que arriba a los aeropuertos. “Esto conlleva situaciones peligrosas, puesto que en 2014 han fallecido 4.000 personas en el Mediterráneo, siendo el año en que más muertes se han producido en el mar”, ha apostillado, recordando que en 2013 fueron 700. Además, ha añadido que por cada muerto que se encuentra en el mar se barajan que hay otros dos que no se hallan. “Nadie los identifica, por lo que muchas veces sus propios familiares ni siquiera saben si están vivos o muertos en lo que es una situación dramática”, ha manifestado.

Por último, se ha referido a la trata de personas, que suelen ser de países de la Unión Europea como Rumania, Bulgaria, Holanda, Hungría o Polonia. O de terceros países como Nigeria, Brasil, China, Vietnam o Rusia. Para Herrera hay cuatro retos para Europa en emigración: 1. Protección de las personas; 2. Gobernanza en materia de emigración; 3. Cooperación con terceros países; 4. Comunicación con las personas para que comprendan la cuestión.

El curso “La memoria de Europa en un mundo global. Pensar el mundo desde la Europa del siglo XXI” continúa el próximo 13 de enero de 2015 en la misma sede con la mesa redonda ‘Córdoba, Ciudad Mundo’.

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