Hasta un total de 18 piezas, entre las que destacan un busto del Gran Capitán y otro del Cristo del Perdón, además de un conjunto de reportajes fotográficos sobre sus obras y de bocetos de proyectos para monumentos públicos, constituyen el núcleo fundamental de la muestra que sobre Mateo Inurria acoge estos días la Sala Puerta Nueva de la Facultad de Derecho constituida en una de las sedes que albergan la magna exposición que la ciudad ofrece sobre el escultor.

En el caso de la sala universitaria se ha configurado un espacio múltiple en el que pueden verse documentos y dibujos originales, panelados a modo de pequeñas capillas de los principales monumentos públicos en los que trabajó Mateo Inurria, Proyectos y bocetos de cementerios y plazas públicas y pequeñas esculturas, como las ya citadas, o el busto de Eduardo Rosales. La planta superior acoge una serie de fotografías actuales, realizadas por Emilio Sánchez, sobre monumentos de Inurria dispersos por toda España. El autor ha recorrido las diferentes localizaciones hasta configurar un atractivo trabajo artístico personal.

Igualmente el visitante podrá forjarse una idea más ajustada de la génesis de uno de las esculturas urbanas más populares de Córdoba la dedicada al Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba, en la Plaza de las Tendillas. La exposición permite visualizar algunos de los pasos previos que dio el escultor antes de dar forma definitiva a su obra.

La idea de dedicar un monumento al Gran Capitán nació a finales del siglo XIX , a instancias municipales y en 1896 ya estaba elaborado un primer boceto muy diferente al definitivo en el que el militar estaba de pie, con armadura y blandiendo su espada en actitud de combate.Tras ese se realizó otro, en el que ya aparecía a caballo. En la Sala pueden verse algunas versiones previas al resultado definitivo y dos bustos con los rasgos que Inurria daría a su figura. La estatua se encargó para figurar en la Avenida del Gran Capitán, pero estuvo poco tiempo en su emplazamiento original. En 1923 se trasladó a la Plaza de las Tendillas, donde continúa en la actualidad.