La fasciolosis es una enfermedad producida por el parásito Fasciola hepatica que afecta principalmente a rumiantes (vacuno, ovino y caprino) en los que origina grandes pérdidas económicas debido a que produce un descenso en la producción láctea, cárnica y lanar, afectando además a la fertilidad de los animales. La fasciolosis también afecta al hombre, principalmente en países del Tercer mundo que disponen de escasas medidas higiénicas en el ámbito alimenticio. Así, en zonas como la América Andina, África y Asia se estima que existen entre 2,7 y 17 millones de personas infectadas, mientras que en Europa las infecciones en humanos se producen muy raramente.
En Andalucía la enfermedad es menos frecuente y se localiza especialmente en áreas donde existe humedad como en valles de ríos, marismas, etc., mientras que en Europa la prevalencia de la misma ha sufrido un notable incremento en los últimos años. Dicho incremento se debe, probablemente, al aumento de la resistencia del parásito a los fármacos, aunque también se discute el posible papel jugado por el cambio climático, con inviernos más suaves de lo habitual.
Desde el pasado febrero de 2006, la Universidad de Córdoba se encarga de coordinar el proyecto DELIVER, financiado por la UE y en el que participan 10 países de Europa y América del Sur. Su objetivo principal es investigar nuevos métodos de control de la fasciolosis en rumiantes y desarrollar vacunas que sustituyan a los actuales fármacos utilizados para erradicar la enfermedad. En este sentido, un grupo de investigadores del departamento de Sanidad Animal y Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas de la Facultad de Veterinaria de la UCO es el encargado de coordinar las investigaciones de los distintos grupos
europeos y americanos durante los tres años en los que se desarrollará este proyecto.
Actualmente el control de la fasciolosis, tanto en el hombre como en el ganado, se basa en el uso de fármacos (antihelmínticos). La protección que los fármacos confieren es efímera y los animales pueden volver a infectarse al pastar. Por estas razones, en áreas endémicas los fármacos se usan de forma rutinaria, administrándose varias veces, lo que supone un notable coste económico y acarrea serios inconvenientes, ya que existe la posibilidad de que dejen residuos tanto en la leche como en la carne de los animales.
En Europa el uso de algunos antihelmínticos no está permitido en animales destinados a la producción láctea, si bien son utilizados en países extracomunitarios. Asimismo, durante los últimos años se ha constatado la aparición de resistencia del parásito frente a los antihelmínticos más eficaces, lo que supone una seria amenaza para el control de la enfermedad. Este hecho también ha provocado que en algunas áreas endémicas los granjeros usen cócteles de fármacos, aumentando el riesgo de residuos en leche y carne.
“El primer paso para controlar la enfermedad es saber cómo y cuándo se presenta. Esto que pudiera parecer obvio no es tan fácil en la fasciolosis, ya que la mayoría de las infecciones son crónicas, produciendo síntomas inespecíficos como retraso en el crecimiento y anemia, por lo que se requieren técnicas de diagnóstico específicas”, explica José Pérez Arévalo, profesor del departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas de la UCO y encargado de coordinar el proyecto.
Uno de los objetivos de esta investigación transnacional es la estandarización de nuevas técnicas de diagnóstico tanto en rumiantes como en el hospedador intermediario, así como la realización de estudios de prevalencia de la enfermedad en varios países europeos y la elaboración de mapas de riesgo mediante satélite, lo que permitirá usar los fármacos solamente en las granjas en las que realmente exista la enfermedad.
Según explica Pérez Arévalo, “el desarrollo de vacunas para el control de la fascEn la actualidad no existe ninguna vacuna comercial para el control de la enfermedad ni para el ganado ni para el hombre, aunque varios grupos de investigación se encuentran trabajando en su desarrollo.
El papel de la UCO
Además de las labores de coordinación, el grupo de la UCO es el encargado de realizar los ensayos vacunales en la especie caprina, especie de alto valor económico para Andalucía, y en la que sólo este grupo de científicos había realizado un ensayo vacunal previo al proyecto DELIVER. Durante el primer año del proyecto se evaluarán tres vacunas recombinantes y una combinación de ellas, esperándose los primeros resultados para primeros de marzo. Durante el segundo año está previsto realizar otro ensayo con vacunas de ADN, y para el tercer año el ensayo se diseñará en función de los resultados del primer y segundo año, tal como indica el profesor Pérez Arévalo.
El grupo de la UCO también participará en la realización de estudios epidemiológicos para evaluar la prevalencia de la enfermedad en la ganadería andaluza y en otras regiones de España, para lo cual se utilizarán muestras del tanque de leche, que permiten diagnosticar las granjas que están afectadas y las que no. A lo largo de 2007 se espera tener listos los resultados de este estudio en concreto.
( De "Andalucia investiga")