De todos es sabido que hay poemas que son canciones y canciones que nos parecen poesía pura, no obstante ambas manifestaciones artísticas tienen mucho en común: imágenes que se suceden, un no decir diciendo, ritmo y rima muy presentes… Pero también es cierto que pocas veces un poema sale ganando hecho canción, o, al contrario, una canción gana si sólo es recitada, porque uno y otra tienen peculiaridades y técnicas muy diferentes. Quizá sea esa la razón por la que la proporción entre poemas escritos y musicados sea tan desigual. Hay algunas excepciones, claro, y, corregidme por favor si me equivoco, de mano de expertos en el tema como Joan Manuel Serrat (que levante la mano quien sea capaz de recitar, sin cantar, el “Caminante no hay camino… ” o la “Saeta”, de Antonio Machado), Paco Ibáñez (genial en las adaptaciones de poetas a priori tan poco “cantables” como Góngora , Jorge Manrique o Quevedo ) o Amancio Prada (qué diría Rosalía de Castro si se pudiese oir en la dulce voz del trovador del Bierzo).
Lo que traemos esta semana al Club de Lectura UCO es una clara muestra de justo lo contrario de lo que afirmaba en el párrafo anterior: la poesía hecha canción como si hubiese nacido para ello: “La palabra en el aire” es un disco-libro imprescindible publicado por el poeta asturiano Ángel González y el cantautor (en este caso sólo “cantante” y no “autor”) canario Pedro Guerra en el año 2003. Incluye veintiséis poemas de Ángel González que ya habían sido publicados con anterioridad, es decir, que no fueron hechos para la ocasión, con música de Pedro Guerra, en unos casos cantados, en otros recitados (por el propio Ángel González) y en un tercer caso, cantados y recitados. Cuando poeta y cantante se unieron para hacer esta auténtica delicia para nuestros oídos y nuestro sensible intelecto, no se conocían, aunque ambos se movían en terrenos bastante afines y tenían claro que el respeto por la poesía original debía ser lo principal, para que el resultado no fuese “borroso” y sí se escuchase como si fuese la mera lectura de un poema (una de las claves del acierto puede estar en incluir al propio poeta recitando sus poemas). El resultado es uno de los discos más bonitos que yo haya escuchado nunca. Y lo digo de verdad.
La selección de poemas corrió a cargo de Pedro Guerra, y chapó por él, porque no tienen desperdicio: comenzando con la carta de presentación en la voz del poeta (”Para que yo me llame Ángel González”), pasando por recuerdos de infancia (“Entonces”, “Así nunca volvió a ser”, “Primera evocación”) y terminando por poemas tan rotundos como “Donde pongo la mano pongo el fuego”. Sin embargo, la mayoría son poemas de amor sin concesiones que a veces nos dejan “sin pulso y sin aliento”, como dice uno de ellos, en los que el poeta no existe si no es a través de los ojos de la amada (“Cumpleaños de amor” ,“Muerte en el olvido” o ' Mientras existas '), y, por supuesto, sin olvidarse del desamor (“Artritis metafísica”o “En este instante breve y duro instante”).
Os dejamos, sólo si estáis registrados, los poemas en pdf y txt (para e-books), y un enlace para que podáis oir el disco completo . Aquí podéis ver todos los libros que tenemos de Ángel González en la Biblioteca .
Ahora, a disfrutar