Un cachorro que no para de ladrar; un gato que ha decidido dejar hecho añicos un sofá o, peor, un perro que amenaza con morder al vecino cada vez que lo ve. Son imágenes demasiado habituales que, a pesar de ello, pueden convertirse en un verdadero problema no sólo de comportamiento animal sino de seguridad pública. La solución a veces triste es el abandono de las mascotas; la más práctica, adecuada y humana, la han repasado hoy en el curso que sobre bienestar animal se desarrollar en Corduba 07 y no es otra que acudir a quien más sabe de mascotas: el veterinario. Desde hace 15 años, las Facultades de Veterinaria de toda España forman a sus alumnos en etología animal, es decir, en estudio del comportamiento y, más vulgarmente si se quiere, en psicología animal.
En esta línea ha hablado esta mañana el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Jaume Fatjó, que ha advertido a los dueños de mascotas que visiten a los especialistas cuando se encuentren con un problema de comportamiento antes incluso que a un adiestrador. "Hay que buscar la causa porque los síntomas son de sobra conocidos: agresividad, conducta destructiva, problemas de defecación y micción, o ladrido excesivo", asegura Fatjó, que además explica que el veterinario es quien sabe reconocer los síntomas de problemas como el stress crónico.
Como consejos básicos para cualquier persona que quiera tener una mascota, el profesor recomienda mantener a los cachorros suficiente tiempo con su madre y hermanos (unas 7 semanas para los perros), ofrecer suficiente contacto con animales y personas antes de los 3 meses y mantener un sistema de educación adecuado basado en la recompensa, en lugar del tradicional castigo.
Sobre el determinismo genético del comportamiento animal en función de la raza, Fatjó es tajante: "el facto ambiental puede condicionar totalmente la forma de actuar de una animal, por encima de las características habituales de su raza", que por otro lado el profesor recuerda que no están suficientemente estudiadas. En más, el profesor ha llegado a calificar esta mañana de "aberración" la ley sobre razas peligrosas de perros porque, según dice, "no se sustenta en ningún tipo de información científica".