Los expertos en materia de terrorismo coinciden: "no ha existido la previsión necesaria para hacer frente a otro tipo de violencia terrorista que no fuera la de ETA". A juicio de José Luis Rodríguez, profesor titular de Historia Contemporánea de la Universidad Rey Juan Carlos I, "es necesaria la inversión en más recursos, más personal especializado y más medios técnicos para hacer frente al nuevo tipo de terrorismo internacional".
Rodríguez ha asegurado que al igual que en España "la policía no estaba preparada para enfrentarse al terrorismo de ETA en la década de los setenta"; actualmente es necesario dotarse de más medios técnicos y económicos para la realización de labores de seguimiento y estudio, así como contar con un mayor número de expertos dedicados a analizar estas nuevas prácticas terroristas que están creando "un clima de incertidumbre de escala mundial". A ello se une la necesidad de estrechar los cauces de colaboración internacional para atajar este tipo de amenaza terrorista.
El profesor, miembro también del Seminario permanente de Estudios sobre Terrorismo, ha analizado las manifestaciones terroristas de los movimientos de ultra derecha dentro del curso "Las caras históricas del terrorismo y la violencia política: representaciones contemporáneas". Durante su intervención ha señalado que en la actualidad no existen en España grupos organizados que respondan a esta tipología, si bien existen bandas que actúan en puntos concretos del país y grupos vinculados a los estadios de fútbol, "lugares- ha dicho- que sirven como núcleo de captación de individuos para engrosar las filas de grupos radicales, que tienen una continuidad fuera de los escenarios deportivos" y que son protagonistas de acciones violentas de carácter xenófobo.
A juicio del profesor Rodríguez, en España, salvo el foco de violencia producido en el año 2002 en puntos de Andalucía, Madrid y Cataluña, no se puede hablar en España de un rebrote de las acciones xenófobas. Unas acciones que sí preocupan especialmente en países tradicionalmente receptores de población inmigrante, como Francia y Alemania, y que deben prevenirse desde "la educación en valores, el desarrollo de políticas de integración cultural y el control sin rechazo de los flujos migratorios".
Razones de índole ideológico-política, de naturaleza étnica, o de fundamentalismo religioso, son para Rodríguez, las que definirían históricamente los movimientos terroristas. Tres tipologías generales que dan lugar en la práctica a grupos armados de diversa índole y naturaleza, sólo coincidentes en su estrategia del terror a través de la violencia.