Número 116. Septiembre 2021

Boletín electrónico Ecocampus

nº 116 - septiembre 2021

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ÍNDICE

Tema del mes:

Noticias del mes:

Convocatorias:

Ecoconsejo:

 

Tema del mes
Nuevas directrices mundiales de la calidad del aire para evitar millones de muertes debidas a la contaminación

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus Directrices Mundiales sobre calidad del aire, algo que no se había hecho desde 2005. Desde ese año se ha producido un aumento notable de las pruebas que demuestran cómo la contaminación del aire afecta a distintos aspectos de la salud. Por ese motivo, y tras una revisión sistemática de la evidencia acumulada, la OMS ha ajustado a la baja casi todos los niveles de referencia de la calidad del aire y advierte de que la superación de los nuevos niveles se asocia a riesgos significativos para la salud.

En 2016, el 91% de la población vivía en lugares donde no se respetaban las Directrices de la OMS sobre la calidad del aire. En ese mismo año, la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provocó 4,2 millones de defunciones prematuras. Se calcula que cada año la exposición a la contaminación del aire causa 7 millones de muertes prematuras y provoca la pérdida de otros tantos más millones de años de vida saludable. En los niños, esto podría suponer una reducción del crecimiento y la función pulmonares, infecciones respiratorias y agravamiento del asma. En los adultos, la cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares son las causas más comunes de muerte prematura atribuible a la contaminación del aire exterior, y también están apareciendo pruebas de otros efectos como diabetes y enfermedades neurodegenerativas. Esto sitúa la carga de morbilidad atribuible a la contaminación del aire en el mismo nivel que otros importantes riesgos para la salud a nivel mundial, como la dieta malsana y el tabaquismo.

Las nuevas directrices de la OMS recomiendan niveles de calidad del aire respecto de seis contaminantes para los que se dispone de los datos más recientes en cuanto a sus efectos sobre la salud. Cuando se actúa sobre estos contaminantes clásicos —partículas en suspensión (PM), ozono (O₃), dióxido de nitrógeno (NO₂), dióxido de azufre (SO₂) y monóxido de carbono (CO)—, también se incide en otros contaminantes perjudiciales. La concentración anual recomendada de dióxido de nitrógeno (NO₂), un contaminante tóxico cuya principal fuente en las ciudades es el tráfico motorizado, ha pasado de 40 a 10 µg/m³ (microgramos por metro cúbico). Por su parte, la guía anual para las partículas inferiores a 2,5 micras (PM2,5), las más dañinas para la salud, baja de 10 a 5 µg/m³. Se pueden consultar los nuevos límites de la OMS y más información sobre este tema en este enlace.

Aunque, al igual que todas las directrices de la OMS, las Directrices mundiales sobre la calidad del aire no son jurídicamente vinculantes, son una herramienta basada en la evidencia para que los responsables de la formulación de políticas puedan orientar la legislación y las políticas con el fin de reducir los niveles de contaminantes en el aire y disminuir la carga de morbilidad resultante de la exposición a dicha contaminación en todo el mundo.

En ese sentido, en España muchas ciudades han avanzado en la reducción de la contaminación por NO2 y PM2,5 en los últimos años. Sin embargo, según Ecologistas en Acción, los datos muestran que todas las ciudades españolas superan actualmente las nuevas guías de calidad del aire establecidas por la OMS, pese a la fuerte caída de sus niveles en 2020 por efecto de las medidas de lucha contra la COVID-19. De esta forma, y tomando como referencia el último año sin confinamientos (2019), los niveles de NO2 en Barcelona, Granada y Madrid cuadruplicaron la nueva guía anual de la OMS, superando el actual valor límite legal que coincide con la anterior recomendación. Según el diario EL PAÍS, solo siete de las 80 ciudades más pobladas de España están por debajo del nuevo límite de exposición anual al dióxido de nitrógeno (NO₂) que recomienda la OMS en sus directrices. En cuanto a Córdoba, según los datos de 2019 que ha publicado CORDÓPOLIS, la ciudad duplica actualmente los nuevos valores de la OMS para NO2 y PM2,5.

Es responsabilidad de toda la ciudadanía el exigir a las autoridades que consoliden buenas prácticas adquiridas durante la pandemia como la compra de proximidad, el teletrabajo, la administración electrónica o el escalonamiento de horarios laborales, además de potenciar el transporte colectivo eléctrico y la movilidad activa peatonal y ciclista, redistribuyendo el espacio urbano en beneficio de estos medios.

Noticias del mes

Las emisiones de efecto invernadero están aumentando rápidamente tras el parón por la pandemia

El informe de situación sobre la crisis climática que varias agencias vinculadas a Naciones Unidas han difundido a mediados de septiembre indica que “no hay indicios de un crecimiento más ecológico: las emisiones de dióxido de carbono [el principal de los gases de efecto invernadero] están aumentando de nuevo rápidamente tras una disminución pasajera debida a la desaceleración de la economía” por el parón por la covid. “El cambio climático y sus efectos se aceleran”, advierte el estudio.

La pandemia llevó a una caída histórica de los gases de efecto invernadero expulsados por la actividad del ser humano en 2020, pero luego vino un incremento también notable de las emisiones. “De acuerdo con algunas estimaciones preliminares, entre enero y julio de 2021, las emisiones mundiales en los sectores de la energía eléctrica y la industria ya se encontraban en el mismo nivel o en un nivel superior al observado durante el mismo período en 2019, antes de la pandemia”, explica el informe.

Cientos de revistas científicas sobre salud se unen en un mensaje común para pedir un cambio de rumbo

En un texto conjunto sin precedentes, 233 revistas de salud publicaron en este mes un editorial en el que se pide a los líderes mundiales que tomen medidas de emergencia para transformar las sociedades y limitar el calentamiento global, restaurar la biodiversidad y proteger la salud. Entre ellas están las más importantes en este ámbito, como The Lancet, The British Medical Journal, East African Medical Journal, Chinese Science Bulletin, New England Journal of Medicine, International Nursing Review, National Medical Journal of India, Revista de Saúde Pública (Brasil) y Medical Journal of Australia.

En el texto advierten de que los objetivos anunciados para reducir las emisiones de gases que dañan el clima no son suficientes y deben combinarse con planes que resulten realistas a corto y medio plazo. Así, instan a medidas como el rediseño de los sistemas de transporte, las ciudades, la producción y la distribución de alimentos, los mercados de inversión financieros y los sistemas de salud.

Según las revistas firmantes, «dichas inversiones producirán enormes beneficios positivos: incluidos la creación de empleos de alta calidad, la reducción de la contaminación ambiental, el aumento de la actividad física y la mejora de las viviendas y la nutrición». «Una mejor calidad del aire por sí sola generaría beneficios para la salud que compensarían fácilmente los costos mundiales de la reducción de las emisiones», añaden.

Para hacer estas afirmaciones, se apoyan en las recientes conclusiones del IPCC. «Su informe muestra que, en términos de calentamiento, cada fracción de un grado más pone en peligro nuestra salud y nuestro futuro. Del mismo modo, cada medida tomada para limitar las emisiones y el calentamiento nos acerca a un futuro más saludable y seguro», explica Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El texto sostiene que solo se puede lograr una acción mundial suficiente si los países de altos ingresos hacen mucho más por apoyar al resto del mundo y también para reducir su propio consumo. Según afirman, esto pasa por aumentar la financiación en materia climática y dirigir los esfuerzos a dos focos: la mitigación y la adaptación –que también incluye mejorar los sistemas de salud–.

El activismo ecologista en jóvenes se duplica entre 2016 y 2020, según un informe

El activismo ecologista en los jóvenes se ha duplicado entre los años 2016 y 2020, pasando de un 7 a un 14 %, según el informe “La cultura ecológica en España: prioridades, costes, actitudes y el papel de la escuela”. Se trata del segundo estudio sobre el interés por la ecología en España de las fundaciones Endesa y Europea, Sociedad y Educación, realizado en octubre de 2020 con dos muestras de 1.200 personas (de 18 a 35 años) y de 1.000 (de 18 a 75).

En un comunicado, las fundaciones revelan que un 53,4 % de los jóvenes de entre 18 y 35 años piensa que los contenidos dedicados en la escuela al conocimiento de las cuestiones medioambientales son muy insuficientes o insuficientes; una cifra casi igual a la registrada en el primer informe de 2016. Respecto al papel de la escuela, los jóvenes encuestados creen que la preparación de sus maestros es muy mejorable, y en una escala de 0 a 10 solo un 7,5 % les otorga un sobresaliente. Desde 2016, se ha incrementado un 14,6 %, hasta el 25,6 %, el uso de internet para estudiar temas de energía o de medioambiente. También ha crecido el trabajo por proyectos, del 10,6 % en 2016 al 20,8 % en 2020.

Más información en este enlace.

Los jóvenes europeos quieren visibilizar el impacto ambiental de los productos a través de Ecoscore

Medio centenar de jóvenes de diversos países europeos han propuesto la creación de la etiqueta ‘European EcoScore’ (Puntuación Ecológica Europea) para simplificar la información sobre el impacto ambiental de los productos, tanto alimenticios como textiles, con una clasificación por letras desde la A (la más ecológica) a la F (la menos) y de colores, de verde a rojo.

La idea, presentada ante las autoridades de la UE como una “iniciativa ciudadana” para que el consumidor pueda elegir cada artículo “por su huella ambiental en el planeta” además de por sus preferencias habituales, busca “presionar” a aquellas marcas que hasta ahora no se preocupan del medioambiente y producen con el único objetivo de “aumentar sus ventas”, ha explicado la representante de Oficial European Ecoscore España, Julia Zurita.

Además de potenciar la sostenibilidad en empresas, esta etiqueta busca potenciar el consumo de proximidad, ya que su cálculo se basa en la evaluación del “ciclo de vida” de cada manufactura a través de su PEF (Product Environmental Footprint o Huella Medioambiental de Producto), desarrollado por la Comisión Europea para trazar su impacto desde el momento en el que es fabricada hasta que llega al establecimiento.

Ecoscore aspira a guiar a los consumidores hacia un consumo más respetuoso con el medioambiente empleando un “método divulgativo” ya que explica los criterios para categorizar cada objeto, desde la extracción de materias primas utilizadas en su fabricación o el agua consumida para ello hasta el transporte utilizado, pasando por su empaquetamiento o su impacto en la biodiversidad: todos estos factores serían calculados por expertos capacitados para medirlos y fijar su posición definitiva entre la A y la F.

La UCO participa en el proyecto “Declarándonos en Emergencia Climática”

La UCO se ha unido a una iniciativa en la que participan también la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad de Cádiz, el proyecto participativo “Declarándonos en Emergencia Climática”. Este proyecto está financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID) y está facilitado por la entidad Ecotono S.Coop.Andaluza de interés social.

Siendo la crisis climática el principal reto al que se enfrenta la humanidad, la percepción de este por parte de la sociedad andaluza y española no parece ser adecuada. La difusión de información sobre el mismo no es suficiente para generar cambios coherentes y racionales en nuestro estilo de vida, lo que pone de relieve la urgencia de una alfabetización climática en línea con la meta 13.3 del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 13.

Declarándonos en Emergencia Climática, tiene como objetivo consolidar medidas concretas que materialicen la adhesión de la universidad a la Declaración de Emergencia Climática fomentado por la ONU, en consonancia con la Agenda 2030 y el Acuerdo de París. Para alcanzar el objetivo, la universidad va a poner en marcha un grupo motor, encabezado por el Aula de Sostenibilidad en colaboración con otros órganos universitarios ligados a la lucha contra las causas del cambio climático, que será el responsable de promover un proceso de participación y creación colectiva basado en la investigación-acción participativa (IAP) que desemboque en la elaboración de una serie de medidas recomendadas para la universidad. Uno de los criterios innovadores de este proceso es aportar una perspectiva de género a la lucha climática universitaria.

Actualmente el proyecto se encuentra en su fase inicial, en la que se está realizando un diagnóstico de la situación ambiental actual de la universidad, en cuanto a su relación con el cambio climático. El proyecto contempla, además, la puesta en marcha de un proceso formativo que pretende aumentar la alfabetización climática y la capacidad de organizarse para la acción de la comunidad universitaria a través de dos cursos.
Está previsto que el proceso termine en junio de 2022 y que sirva como guía en la lucha contra el cambio climático adaptado a la realidad de la universidad, sirviendo para nutrir el próximo Plan de Sostenibilidad Ambiental de la UCO. Para estar al tanto de las novedades de este proyecto se pueden seguir los distintos perfiles en redes sociales del Aula de Sostenibilidad de la UCO.

Convocatorias

Abre una nueva edición de “A la UCO en Bici”

La Universidad de Córdoba (UCO) abrió el pasado martes 21 de septiembre, a partir de las 9:00, el plazo para solicitar una bicicleta de préstamo dentro del programa “A la UCO en Bici”, organizado por el Área de Protección Ambiental (SEPA) del Servicio de Prevención y Protección. Mediante este sistema, la institución pone a disposición de toda la comunidad universitaria un total de 100 bicicletas que, de forma gratuita (con una fianza de 100€), pueden usar durante todo el curso académico.

Se puede solicitar en este enlace.

Vuelve el Programa de Voluntariado Ambiental a la UCO

El Aula de Sostenibilidad y el Área de Protección Ambiental (SEPA) del Servicio de Prevención y Protección vuelven a organizar el Programa de Voluntariado Ambiental este curso tras el parón forzado por la pandemia. Este programa trata de activar el compromiso personal a través de formación y participación en actividades ambientales en el marco universitario. Algunas de estas actividades son la revisión de cajas nido del Campus de Rabanales, la participación en el Programa Andarríos en el arroyo Rabanales o la ayuda en la organización de acciones como los diagnósticos ambientales participativos o las de la Semana Verde Ecocampus.

La participación en este programa puede ofrecer hasta dos créditos. Solo hay 5 plazas y se solicitan mediante este formulario: https://forms.gle/BY5wmPec9R2MhRor7

Actividad en el Parque Natural de las Sierras de Cardeña y Montoro

El próximo 2 de octubre se organiza una actividad gratuita en el marco del Programa de Participación y Sensibilización del Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro. Se trata de una acción de participación ambiental para dar a conocer empresas y productos elaborados dentro del parque que cuentan con el distintivo “Parque Natural” como recursos imprescindibles para el desarrollo económico de las zonas rurales.

Se incluye el transporte en autobús. Salida la Glorieta de la Media Luna en Córdoba a las 9:00 o desde el Plano de la Feria de Montoro a las 9:40. Para más información se puede escribir al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

Inscríbete en el siguiente enlace: bit.ly/2octEMPRESA

Sigue al Aula de Sostenibilidad en redes sociales para estar al tanto de la actualidad en desarrollo sostenible

Si quieres estar al tanto del día a día de nuestra actividad y tener conocimiento de la actualidad local, nacional y global sobre desarrollo sostenible, sigue nuestros perfiles en redes sociales:

Ecoconsejo

¿Cómo puedo beber agua de manera más sostenible, embotellada o de grifo?

El impacto ambiental del transporte y potabilización del agua para disponer de ella en nuestras casas tiene un gran impacto en recursos y energía. Pero ese impacto se dispararía si optásemos por consumir agua embotellada. Un estudio de liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro apoyado por la Fundación "la Caixa", afirma que el impacto ambiental del agua embotellada es hasta 3.500 veces mayor que el del agua del grifo

Los científicos de este estudio se centraron en la ciudad de Barcelona debido a la solidez de los datos disponibles. Usando un método de Evaluación del Ciclo de Vida, los investigadores estimaron el daño a los ecosistemas y la disponibilidad de recursos para tres opciones diferentes de consumo de agua: agua del grifo, agua embotellada y agua del grifo filtrada.

Los resultados mostraron que, si toda la población de Barcelona decidiera cambiar al agua embotellada, la producción requerida tendría un costo de 1,43 especies animales perdidas por año y de más de 71 millones de euros al año debido a la extracción de materias primas. Esto es aproximadamente 1.400 veces más impacto en los ecosistemas y 3.500 veces mayor costo de extracción de recursos en comparación con el escenario en el que toda la población cambiase al agua del grifo. Así, el agua del grifo es miles de veces mejor para el medio ambiente que el agua embotellada, a tenor de estos resultados. De hecho, para producir una botella de plástico se necesita tres veces más agua de la que puede contener.

Se puede consultar el estudio en este enlace.